Ayer, antes de ayer, de
día, de tarde… están ahí, nos están esperando.
Y hoy también va a ser lo mismo. Nos
quitan las mantas, se quedan con nuestras cosas. Cuando volvemos
de vender de Sol están ahí, nos han perseguido a nuestras casas.
Se meten y pegan a tu mujer e hijos. Aquí son muy racistas, en
otras ciudades esto no pasa tanto.
Sabemos que ser mantero es ilegal, pero
esa ilegalidad no hace daño a nadie. Nos tenemos que buscar la
vida. Nosotros no queremos robar ni vender droga: ¿qué quieren
que hagamos?, ¿quieren que no comamos?, ¿quieren que robemos?
Un acoso policial que
no se puede explicar.
Nos paran cuando estamos sentados en las
plazas del barrio, cuando paseamos. Y te pegan y empujan, tengas
papeles o no. Te quitan el dinero, el móvil… te quitan lo que
tengas. Si podemos,
echamos a correr. Aunque no tengamos papeles, tenemos que sobrevivir. Si te
expulsan 6 años, ¿cómo
vamos a conseguir papeles?
Tenemos que cerrar la puerta de casa. Nos
da miedo que entren y también nos da miedo salir. Aquí estamos
más cerca de la cárcel o ya en la cárcel. Estamos peor que en
Senegal. Allí estábamos con nuestras familias y amigos, aquí nunca hemos salido
juntos de fiesta. A las 22 h en casa,
si vas solo, te cogen.
Viendo como estamos aquí, ahora es mejor volver atrás y
estar allí. Todos los que llegamos queremos volver, pensábamos
que tendríamos algo mejor. Si hubiéramos sabido lo que nos
esperaba aquí, no
hubiéramos venido.
Tenemos que estar en el
camino, tenemos que luchar.
A veces te dicen “negro de mierda” o
“vete a tu país” para que te pegues con ellos y te detengan. Los
secretas te dicen “que no quieren ver más negros”. Hay algunos
policías que conocemos y nos quitan las cosas sin más, no son
tan malos. Pero ahora con la crisis la gente no tiene trabajo y
muchos chavales nuevos se meten a policía, no tienen ni idea y
son muy fascistas.
En comisaría te dicen “pon que este
estaba vendiendo droga”,
¿qué podemos hacer frente a eso? Allí hay palizas siempre, te
pegan y dicen que les has pegado. Nunca nos llevan al médico. No
podemos denunciar a los policías, nos dicen “no puedes denunciar
porque eres un sin papeles”.
¿Qué podemos hacer? Seas negro, ecuador o
español, nos tenemos que juntar.
Tenemos que luchar, no podemos quedarnos
en casa. No puede ser que cuando se hace una manifestación sobre
nuestra situación en la calle aparezcan 100 blancos y 4 negros.
Eso es tutelaje.
Tampoco queremos mirar solo por lo
nuestro, tenemos que estar en el camino junto a todo el mundo.
No podemos venir a pedir ayuda y luego nosotros no ayudar a
nadie. Hay que salir a la calle, los sin papeles tienen que
ayudar también a los “ciudadanos”.
Nosotros solo teníamos
una zapatilla para defendernos.
La policía había generado el problema. Le
detuvieron, para ello le tiraron al suelo y le pusieron la
pierna encima, le hacían daño, gritaba. Es siempre así. No hay
ladrón, no hay nada, solo un vendedor. Una persona como tú.
Cuando pase esto otra vez, no sé qué pasará, no podemos ver a un
paisano, a un amigo, siendo tratado así.
Dijeron que habíamos tirado piedras,
nosotros solo teníamos zapatillas. Cuando salió el vídeo se
vieron sus mentiras. Lo del disparo es un problema muy grave, no
solo para nosotros, sino para nuestros vecinos. Nos ha dolido
mucho esto. Con el disparo sentimos todo, sentimos casi la
muerte. Los hijos del dueño de un bar de por aquí estaban
enfrente, a 10 metros del disparo.
Desde ese día no podemos ir a vender,
tenemos miedo. Estamos jodidos, nosotros y vosotros, todos. Pero
nosotros más, siempre nosotros estaremos más jodidos.
La próxima vez que nos
juntemos moros, negros, latinos y españoles se van a pensar
mejor si disparar o no.
Aquí nada de paz ni
amor, solo muerte, tenemos la muerte cerca.
Palabras de algunos
senegaleses del barrio Lavapiés de Madrid.
(5 coches de policía
estuvieron mirando nuestra asamblea y dando vueltas a nuestro
alrededor)
Viernes 1 de junio del
2012 en plaza Cabestreros.
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